LOS SUEÑOS DE "MARGARITA DE ROJO"

“Margarita de rojo” estaba claramente sola. Su vida y su angustia se entrelazaban y hacíanse una con cada anochecer.
Ya devuelta en el lugar donde dormía, cuando el sol comenzaba a despuntar, dejó sus ropas en una silla y en la cama se sentó. El gusto de un dolor denso se empastaba en su boca y en la frente se agolpaban los recuerdos más horribles en capas sucesivas.
Desnuda en el borde del colchón, cerró sus ojos y se dejó caer rendida, transversal a la cama. En un instante se durmió. Otra vez soñó lo mismo, otra vez soñó con él. Fue solo un beso, miles de años y de vidas atrás; pero tan palpable que aún lo sentía besar. Y una promesa que no olvidaba: que habría un beso más. Así, el recuerdo y la esperanza la ayudaban a seguir.
Se despertó. Faltaba poco para que la noche llegara otra vez. Cerró sus ojos nuevamente con todas sus fuerzas, pero ya no pudo volverse a dormir. Debía salir a trabajar.

F.M.V.